Primero trabajó de panadero. Era un trabajo muy sacrificado ya que sólo tenían dos días de fiesta al año. Después, hasta que fue a la mili, estuvo en un taller en Uribe, donde se hacían a mano piezas para escopetas. Y más tarde, entró en otro taller y trabajó allí, hasta que se jubiló. En esa época había varios talleres en Berriz. No ha tenido que salir del pueblo, siempre ha trabajado en Berriz; lo que ha sido una gran suerte.
Informador: Jose Chávez
Fundaciones: Labayru Fundazioa y Berrizko udala